La música estimula las células del cerebro y esto te beneficia para la concentración mental, la memoria y el desarrollo visual y auditivo
De acuerdo con el Dr. Mauricio Fava, del Departamento de Psiquiatría de Massachusetts General Hospital, a cualquier edad podemos tener olvidos que no representan ninguna situación de riesgo para la salud, por ejemplo, padecer Alzheimer.
Como lo publica voces.huffingtonpost.com, a nivel mundial sólo el 13% de la gente mayor de 65 años es diagnosticada con el mal de Alzheimer. Sin embargo, y para tener mayor conocimiento y control sobre nuestra memoria, el medio antes mencionado enlista los tipos de olvido que con mayor frecuencia afectan a las personas.
Olvidos relacionados con la atención. Se presenta cuando debido al ritmo de vida que llevamos las personas son más propensas a distraerse con gran facilidad; lo que conlleva a que la información que recibimos no se retenga correctamente, por lo que es fácil olvidar o sólo recordar parte de esa información.
La rutina, las multitareas y las interrupciones inesperadas en acciones que realizas automáticamente, son otros factores que inciden en la afectación de la atención. Este tipo de olvidos se resuelve eliminando las distracciones, reduciendo las multitareas y enfocando la atención en la información que necesitas retener.
Olvidos de tiempo. Los recordatorios relacionados con el tiempo afectan la retención y la calidad de ambas memorias: de corto y de largo plazo. Olvidar algo que guardaste poco tiempo y no has vuelto a recordar es parte del proceso natural de eliminar información almacenada que no necesitamos. Cuando no quieras olvidar algo, trae a tu memoria la información, de vez en cuando.
Olvidos de futuras acciones. Olvidar llevar a cabo una acción planificada como ir a una cita o tomar un medicamento. Las notas y los calendarios te ayudan a evitar este tipo de olvido.
Olvidos temporales. Se refiere a olvidar información familiar como palabras, nombres, títulos de libros, de películas o de canciones. Pero esa información suele regresar en momentos posteriores, obvio, cuando ya no la necesitas. Esto ocurre cuando las conexiones entre objetos o personas y sus nombres se debilitan por falta de uso.
Memorias inexactas. Cuando no recordamos con exactitud hechos de tiempo, gente, lugares o eventos, es probable que se deba a que las memorias más recientes han intervenido con memorias originales, además los prejuicios personales, las creencias o las reacciones emocionales pueden darle a las memorias matices diferentes. Se dice que a veces recordamos lo que "queremos" y como lo "queremos" recordar. Pueden ser mecanismos de defensa para protegernos.
Sin embargo, el cerebro y la memoria pueden ser estimulados a tener un mejor funcionamiento, esto por medio de diversos ejercicios mentales.
Jugar Sudoku. Representa un gran reto para las personas pues necesitas paciencia y buena memoria para recordar y relacionar los números con el objetivo de hacer un juego perfecto. Sin duda tu memoria ganará agilidad al practicarlo.
Pon a trabajar tu memoria. Comienza a memoriza cosas simples, como la lista de la compra o un teléfono. Trata de recordar qué comiste hoy, ayer, la semana pasada. Y luego, complica la actividad tratando de memorizar listas ordenadas o desordenadas de palabras, como refrigerador, auto, televisión.
Haz uso de lápiz y papel. Anota la información importante que quieras recordar y colócalos en lugares donde es seguro que los veas, porque los datos se retienen mucho mejor si se escriben y estás en constante contacto con ello.
Modifica tu rutina. Hacer siempre lo mismo de la misma manera, anula nuestra memoria. Intenta ir al trabajo tomando caminos distintos, cambia la ruta hacia el supermercado o altera el orden en que haces las cosas al levantarte.
Del 1 al 10, ¿qué calificación le pondrías a tu memoria?
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